Existen corrientes de aire naturales derivados del calor, estas desplazan las masas de aire por la atmósfera. Cuando estas fluyen, los contaminantes emanados hacia la atmósfera se dispersan, pero si en el relieve existen montañas, el aire no se mueve, sino que queda estancado en el valle. El mismo proceso se crea cuando en una ciudad hay enormes rascacielos o demasiados edificios.
El aire caliente tiende a subir por convección natural, y el aire frío tiende a bajar. Es ahí cuando los contaminantes se dispersan o diluyen. Sin embargo, gracias a los gases invernaderos en ocasiones el aire frió se coloca debajo del aire caliente contaminado que ya no puede subir, esto hace que las corrientes quedan atrapadas y al ocurrir esto, los contaminantes quedan atrapados también sin poder ser dispersados o diluidos. A este fenómeno se le llama "inversión térmica".
Los contaminantes se concentran día con día y a la larga estos provocan daños en nuestra salud, principalmente en nuestro aparato respiratorio. Ya que los contaminantes que se quedaron estancados son inhalados por nosotros.
Para ayudar a contrarrestar este tipo de cambios podemos hacer cualquiera de las siguientes actividades:
* Utilizar el transporte colectivo más seguido.
* Mantener en buenas condiciones el automóvil.
* No hacer fogatas.
* No utilizar aerosoles ni productos que emanen clorofluorocarburos.
*No salir en días de contingencia sin cubre boca.
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